martes, 8 de marzo de 2011

el velo de los sabios

Esa tarde,como se hundìa sobre los papeles de su mesa y el frío denso del invierno y su lluvia,se fue a la calle a comprarse un habano gordo y suave con el que rozar su humo entre el viento y el aguacero,para así provocar lo que de grande tenía la ciudad y que ello le removiera los humores de un texto hermoso.Otro hubiese pensado que buscaba,como una buscona, la delicada palabra que le salvase de un no sabía qué tedio y muerte.En otra ocasión habría recurrido a su amistad con Antonia y su pasión por el poema "el velo de los sabios",pero ahora la palabra le producía una tensión extraña,deseaba su posibilidad de perfección pero no su realidad.El texto acabado era un deseo pero su expresión concreta resultaba una forma de enfermedad,una delgadez extrema del cuerpo con mal sabor de los dientes.De vuelta a casa,con la boca llena de nicotina,reconoció que el paseo le había desvelado que su ciudad estaba muerta para la palabra.No había sentido un solo vuelco detrás de la ceniza y el frío,todo había sido como el tráfico,plano y mudo,desposeído de la vida intensa que él sabía que podía tener.Entonces recordó una de sus casas del puerto,donde una escalera baja a las aguas manchadas de aceite y gasóleo.Y sintió serenidad y pudo recordar el poema de María sobre los estivadores que descienden por unas escaleras hasta el mar(..y mis pies desconocidos se vuelven mas cercanos/y me atrevo a tocarlos con propiedad/con la ternura que hace años que no me doy/porque tu me has enseñado a poseer esta tierra/tu boca y su sueño/el silencio que me echas cuando bajo al mar/y sabes que no volveré sin traerte una palabra".(El hecho de que JGonzàlez se refugiara en el esplendor que este poema provocaba en Antonia Toscano hacìa pensar al lector que la esperanza es un reparto universal,una agonía que acaba en un texto a-mortal).

1 comentario:

  1. Ese esplendor parecía provocarlo una suerte de alucinación que le hacía ver las palabras de este poema como si fueran joyas talladas con delicadeza y tiempo casi infinito...

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